Las sangres. Audrée Wilhelmy.

¿La verdad? No tengo ni la más remota idea de cómo reseñar este libro. Me encantó cuando lo leí por primera vez. Y lo sigue haciendo ahora que, de tanto en tanto, releo las palabras de algunas de sus protagonistas. ¿Pero cómo recomendar un libro así? Me muero por hacerlo. De hecho no paro de hacerlo.

Conocéis el cuento de Barba Azul, ¿verdad? La historia de ese hombre rico cuyas esposas desaparecían misteriosamente sin dejar rastro porque él mismo ocultaba sus cadáveres en una habitación secreta después de asesinarlas. Tanto Perrault como los hermanos Grimm recogieron esta historia en sus recopilaciones, cada uno a su manera. Sin embargo, los tres se centran en contar la historia de la última esposa de Barba Azul. La única que consigue escapar. Audrée Wilhelmy, por el contrario, da voz a las siete primeras.

El príncipe cautivo. C. S. Pacat.

He leído reseñas muy buenas sobre el primer libro de esta trilogía. También he leído reseñas de lectoras espantadas, horrorizadas. Bueno, no es para tanto. Ni para bien ni para mal.

El resumen me dejó intrigada. ¿Traiciones? ¿Intrigas políticas? ¿Erótica homosexal? Me apetecía algo ligero y fácil de leer. Ahora mismo estoy leyendo también Puro fuego, de Joyce Carol Oates y… ostras, no es que se me esté haciendo espeso ni me esté disgustando -¡todo lo contrario!- pero necesitaba un parón para volver a enfrentar los temas que trata sin terminar dándole un puñetazo a alguien.

El Príncipe Cautivo se presentó como la lectura perfecta en ese sentido y ha cumplido. He de decir que no recuerda, como prometen algunas críticas publicadas en USA Today, a Juego de Tronos. Nunca entenderé lo de poner las expectativas del público por las nubes con tal de vender. Este libro se va a vender solo, pero también es cierto que su público va a ser muy concreto.

Instrucciones para salvar el mundo. Rosa Montero.

Hace unos años, mis compañeros de trabajo de Jaén me regalaron por mi cumpleaños el libro Instrucciones para salvar el mundo, de Rosa Montero, junto con una postal dedicada. Por mil excusas que ahora no vienen al caso, hasta hace relativamente poco no lo había leído. Y hasta ahora no había tenido mucho tiempo para sentarme a reseñar nada. El caso es que después de leer el libro y de releer la postal… ¿Era todo una llamada de atención para que no me detenga hasta alcanzar lo que quiero? Es decir, el mensaje de la postal es bastante claro:

Cuando por los años no puedas correr, trota; cuando no puedas trotar, camina; cuando no puedas caminar, usa el bastón. ¡Pero no te detengas!

¿Veis? No da lugar a dudas. ¡Pero es que el libro tampoco! ¡Y fue genial! Aún no sé si todo fue premeditado o una casualidad. Tendería a pensar que todo, postal y libro, fueron escrita y escogido con conocimiento de causa si no fuera por  lo que Cerebro, una de las personajes de la novela, argumenta sobre las #coincidencias a través del biólogo Paul Kammerer, autor de la Ley de la serialidad. Un señor que, por otra parte, no es la primera vez que aparece en una de las obras de la autora. En La ridícula idea de no volver a verte también se le menciona. Y en La hija del caníbal. Y puede que en algún otro que todavía no he leído.

Oso. Marian Engel.

Íntima, delicada, salvaje… Oso cuenta la historia de Lou, una joven bibliotecaria que es enviada a una mansión victoriana situada en una remota isla canadiense donde deberá encargarse de catalogar la biblioteca del misterioso «Coronel Jocelyn Cary». Allí descubrirá que no está sola. En la isla también habita un oso.

Durante meses Lou se dedicará con diligencia a la labor que ha ido a desempeñar a la isla de Cary. Con ella descubriremos las obras que conforman la biblioteca y comprobaremos que catalogar un legado es mucho más que ponerse a rellenar fichas. Este último apunte puede parecer innecesario, pero siendo bibliotecaria no he podido evitar que me encantara la profundidad con la que Lou se aplica en su trabajo. También se encargará de cultivar un huerto, recolectar setas y espárragos, pescar… En fin, se ocupará por sí misma de tener productos frescos en la mesa en una zona en la que la naturaleza todavía parece resistirse a ser domesticada, demostrándose a sí misma que es mucho más dura de lo que puede parecer a simple vista. Pero el núcleo principal de la novela gira en torno a la relación que Lou compartirá con el oso. Una relación que irá más allá de lo puramente físico y que le hará descubrirse a sí misma.

Caballeros desalmados. Ginn Hale.

Belimai Sykes es muchas cosas: pródigo, descendiente de demonios antiguos, criatura de oscuras tentaciones y poderes excepcionales, y un hombre con un pasado cruel y una peligrosa adicción. También es el único hombre al que el capitán William Harper podrá acudir cuando tenga que vérselas con una serie de horripilantes asesinatos. Pero el señor Sykes no trabaja gratis, y la compañía de Belimai le costará al capitán Harper mucho más que su reputación.

Desde las opulentas mansiones de la aristocracia, donde un baño de oro oculta una trama de vivisección y brujería, hasta los humeantes barrios marginales de Quinto Infierno, el capitán Harper habrá de pelear por la justicia… y por su propia vida. Sus enemigos son multitud, y su único aliado, un demonio al que conoce demasiado bien. Tales son los peligros de tratar con los desalmados.

¡Primera lectura del año! Y me ha gustado tanto que hasta me ha hecho querer inyectarle un poco de vidilla a esto, que lo tengo abandonado. Cero excusas, soy una vaga.

Caballeros Desalmados es una novela fantástica y detectivesca con un trasfondo romántico paranormal, toques de humor y ambientación steampunk. Dicho así suena un poco raro todo. Aunque a mí en este punto las reseñas de Lola Robles y La Nave Invisible ya me tenían con los ojos haciendo chiribitas. Luego leí el extracto de muestra que podéis encontrar en Amazon y ya no hubo vuelta atrás. (Tenéis que pulsar en la imagen de la cubierta del libro para que os salga la ventana emergente con los primeros capítulos ù3u).

La obra se enmarca en un Londres oscuro y sucio, donde las diferencias sociales entre humanos y demonios son tremendas, y en la que la Inquisición es la institución encargada de hacer tanto de juez como de verdugo. Desde el primer momento queda claro que la novela va a tener dos tramas. Una de ellas se centra en la resolución de una serie de casos de secuestro y asesinato. Para resolverlos, el capitán William Harper contrata los servicios de Belimai Sykes, descendiente de una poderosa estirpe de demonios. En otra, vemos como a medida que avanza la historia, también lo hace la relación sentimental que comparten ambos protagonistas.

Matar al marido. Li Ang.

En la sociedad china tradicional se supone que cualquier mujer que mata al marido lo hace porque mantiene una relación extramatrimonial. No puede haber ninguna otra razón para cometer tan abominable crimen que el deseo de vivir tranquilamente con el amante. Alrededor de 1930, sin embargo, la acusación destinada a resolver la culpabilidad de una mujer por el asesinato de su marido en Shangái no pudo descubrir la existencia de ningún amante. Mientras, ella insistía en que había actuado movida únicamente para huir de los malos tratos.

A través de este caso real, Li Ang nos transporta a su ciudad natal, Lugang, una pequeña localidad situada en la costa noroccidental de la isla de Taiwán que tiempo atrás llegó a ser la segunda ciudad más importante, pero que a día de hoy es una ciudad de provincias más que conserva todo el sabor del viejo Taiwán.

¿Quién es el 11º pasajero? Moto Hagio.

Esta es una de esas obras que, para poder reseñarla en condiciones, se hace necesario hablar primero de la persona que la creó. Sobre todo cuando apenas se sabe nada de dicha persona en nuestro país. De hecho, este es el primer manga de Moto Hagio que se publica en castellano. Y, aunque sólo sea por el éxito que parece estar cosechando, esperemos que no sea el último.

Hablar de Moto Hagio es hablar de la historia del manga. Y, más concretamente, de la historia del shõjo manga o manga para chicas. Hasta la llegada del conocido como Grupo del 24, los encargados de crear las historias destinadas al público femenino eran, en su mayoría, hombres. Las historias eran, por tanto, bastante simplonas y reflejaban lo que los hombres de la época consideraban que era adecuado para las chicas. Por suerte, estas mujeres, que habían crecido leyendo manga y que -como todos los mangakas del momento- estaban fuertemente influenciadas por Tezuka, Ishinomori y Mizuno, no tardaron en revolucionar el género ofreciendo no sólo más variedad en lo que a temática se refiere, sino también más profundidad en las tramas y los personajes.

¿Quién es el 11º pasajero? es, sin ir más lejos, una saga de ciencia ficción dividida en dos partes.  La primera parte, que da nombre a la publicación, es un thriller psicológico que da fe de la gran influencia que tuvieron sobre la autora los grandes escritores del género: Ray Bradbury, Isaac Asimov, Arthur C. Clarke, etc.

Lecturas para un San Valentín diferente

Ha llegado San Valentín y, sí, las estanterías de bibliotecas y librerías están hasta los topes de literatura romántica. Por no hablar de la erótica. Todos conocemos los títulos de las sagas en boga y también los nombres de sus autoras. Por eso, cuando hace unas semanas empezamos a elaborar una lista de títulos con los que llenar el centro de interés del 14 de febrero pensé que sería ridículo limitarme a coger esos libros de las estanterías y colocarlos junto al mostrador de préstamo. ¿Qué sentido puede tener promocionar lecturas que ya conoce todo el mundo? Muchos de los libros en cuestión han sido prestados tantas veces que ya incluso han llegado a ser sustituidos por ejemplares nuevos.

En su lugar, opté por proponer lecturas no tan conocidas con personajes poco convencionales e historias de amor que se salieran de la norma. La selección que sigue a continuación la conforman algunos de los títulos que más me han llamado la atención. Algunos ya los conocía y otros han sido descubrimientos que espero leer en breve.

Salvaje. Cheryl Strayed.

Con veintiseis años, Cheryl Strayed creía que lo había perdido todo. Su familia se había dispersado tras la muerte de su madre y ella se había quedado sin pilares sobre los que construir su vida. Sin ninguna experiencia en senderismo, toma la decisión más impulsiva que hubiera tomado jamás: recorrer el Sendero del Macizo del Pacífico, una ruta que bordea toda la Costa Oeste de los EE.UU. Y decide hacerlo sola.

Después de leer Hacia rutas salvajes, donde conocí la historia de Chris McCandless, necesitaba saber cómo hubiera sido el camino si la protagonista hubiese sido una mujer. Las historias, en cualquier caso, no pueden compararse de ninguna manera. Debido a su prematura muerte nunca se llegaron a saber los verdaderos motivos que empujaron a Chris a lanzarse a caminar más allá del primitivo impulso por vivir de la naturaleza en los bosques de Alaska. Y lo suyo fue una búsqueda de desconexión absoluta de la sociedad. Sin dinero, sin apenas pertenencias, sólo con sus conocimientos sobre supervivencia en la naturaleza y su propia voluntad.

Con Cheryl, en cambio, es ella misma quien nos cuenta su historia en primera persona y sin escatimar en detalles. Licenciada en literatura inglesa y estudios femeninos, escritora consagrada, es ella la que escribe cada palabra de su libro con la maestría de quien sabe hacer partícipe al lector para contarnos, nueve años después de caminar los 4.264 km. del Sendero del Macizo del Pacífico, lo que este viaje supuso para ella y cómo logró cambiar su vida para siempre.

La novia del lobo. Aino Kallas y Sara Morante.

De nuevo el anhelo de libertad y la pulsión de lo salvaje.

Es lo que desde el primer momento nos dice la portada sin emplear más palabras que el título. Esa desatada cabellera roja, la gran manada de lobos corriendo casi como espíritus sagrados entre los árboles de un bosque denso y oscuro… Sin duda fue lo primero que llamó mi atención. Lo segundo fue comprobar que si los rasgos de la mujer de la portada, Aalo, me resultaban tan familiares era porque ya había disfrutado antes del trabajo de la ilustradora y escritora, Sara Morante, con La vida de las paredes.

En este caso Sara Morante no es la autora del texto, sino que da vida y color a las palabras de Aino Kallas, escritora finlandesa que se dejó enamorar por la historia y el folclore estonios en cuanto se mudó allí con su marido en el año 1904. De hecho, es precisamente en los bosques de Estonia, en la isla de Hiiumaa, donde tiene lugar la historia de Aalo.